El Madrid marcó tendencia la temporada pasada, con su juego veloz y atrevido, referente ofensivo a seguir en Europa. Pocos equipos mostraron un estilo comparable, pero quizá uno de ellos, su aprendiz más aventajado, fue el Dinamo Sassari. Ataques rapidísimos y bombardeo constante desde la línea de tres. Con mejor plantilla la temporada pasada que la actual, entonces con Caleb Green (Unicaja) y los primos Diener. Ahora con Dyson, Logan, Sander y Sosa, pero sin amenaza interior. Sin la torre Marco Cusin, que acaba de dejar el club. Mantiene eso sí los mismos principios y el mismo espíritu, por lo que el primer cara a cara entre profesor y discípulo no defraudó.
Cada uno a su nivel, unos en primera división continental y otros en segunda, pero el resultado cumplió la expectativas: no me chilles que no te veo, despendole total. De los 112 puntos de la semana pasada ante el Nizhny Novgorod al 115-94 de esta noche. Un pasito más allá, la mayor anotación blanca desde diciembre de 2000, cuando ante el Ovarense portugués se impuso por 116-94, marcador casi calcado. Hace 14 años jugaban Herreros y los Angulos, con Raúl López recién fichado, antes de la lesión. Felipe Reyes tenía 20 años y Nocioni, 21. Hoy, aquí siguen, al pie del cañón. Dos de los mejores en un Madrid entregado al ataque, imaginamos que para no desilusionar a su pupilo. Y que si hay opción de resultado NBA, conviene hacer feliz a la parroquia. Además, con tanto arriba y abajo costaba centrarse, agachar el trasero y defender.
Apenas unos minutos bastaron para aclarar que querer no siempre es poder. En un suspiro, el Dinamo se vio en la otra orilla de un lago gigante, con barca, pero sin remos, incapaz de cruzar la distancia que le separaba de su rival. En cinco minutos había encajado 15 puntos; en diez, 27; en veinte, 57; en 25, 75 y en 30, 84. Desmadre ofensivo a lo Laso.
Hasta nueve jugadores lucieron 14 o más puntos en el partido, cinco de ellos del Madrid: Reyes (17), Llull, Nocioni, Carroll (15) y Ayón (14). Pero hubo más, mucho más. Los fotógrafos se marcharon con foto sonriente de cada jugador. Campazzo por su titularidad (3 robos y 4 asistencias) en ausencia de Rudy; Sergio por sus ¡12 asistencias!; Mejri por acciones de altos vuelos, como Slaughter; Carroll por su 4 de 4 en triples, incluido el último con tiro libre adicional; Llull por su pletórico inicio del tercer cuarto (tres triples seguidos); Ayón por su efectividad (7 de 9 de dos); Nocioni por certero y cortante al enfilar el aro; Maciulis, Rivers...
Enfrente, sorprendieron los 20 tantos de Miroslav Todic. Pero la batalla se resume rápido. El Dinamo no se traicionó y lanzó 38 triples. Metió 14. El Madrid hizo 16 de 26. Dos niveles para un duelo de muchas risas y pocas conclusiones.
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