—¿Qué es lo que más te gusta del fútbol?
—Me encantan los grandes campeonatos, las Eurocopas y, sobre todo, los Mundiales. Veo todos los partidos que puedo. Me divierto mucho viendo a jugadores que no conozco de nada, futbolistas de otros mundos luchando por su país.
—¿También disfrutaste del pasado Mundial?
—Fue un chasco que eliminasen a España tan pronto, pero un Mundial siempre tiene interés. En el de Brasil me han encantado los porteros, casi todos eran muy buenos. Y también me gustó mucho cómo jugó Estados Unidos. España cayó esta vez pero volverá.
—¿Quiénes son sus futbolistas favoritos?
—Pues como no soy forofa de ningún equipo en concreto puedo decir que mis favoritos son Cristiano Ronaldo y Leo Messi. Son los mejores del mundo junto a mi adorado Maradona. Diego sí que es un fenómeno de verdad.
—¿Quién contagia en la familia la pasión por el fútbol?
—Mi abuelo y, por supuesto, mi tío Richy, que es amigo de muchos futbolistas y, de vez en cuando, me los presenta. De las cosas que guardo con más ilusión es una camiseta que me regaló de Maradona con una dedicatoria para mí. Mi tío y mi abuelo son bastante madridistas e intentan influirme, pero yo me hago la remolona. Y siempre les digo que, como muy madrileña que soy, me gusta el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Hala.
—¿Ha estado en el Santiago Bernabéu?
—Sí, y en el Calderón también. Y me gustan mucho los partidos de noche. Hay más color, todo deslumbra de otra manera, el césped, los focos, el color de las camisetas…
—¿Con qué cosas se queda de un partido de fútbol?
—Me gusta que haya deportividad y compañerismo. El juego sucio no me va. A algunos futbolistas marrulleros de esos les diría yo cuatro cosas bien dichas porque hay que respetar al contrario, ganes o pierdas. Y una entrada fea le puede enviar a uno al hospital por mucho tiempo y eso no está bien. Y lo que menos me gusta es el estruendo, el rugido descontrolado de las masas, y si se ponen a insultar, mucho peor.
—¿Qué deporte practicaba cuando eras niña?
—Me gustaba mucho nadar, y lo sigo haciendo y también me gusta correr por los montes. Pero mi deporte favorito de verdad es el boxeo y es una pena que esté tan marginado y que no se emitan más combates por la televisión.
—No me imaginaba que fuera usted apasionada del boxeo.
—Me gusta muchísimo. Cassius Clay, Muhammad Alí, es mi ídolo, tengo muchas fotos suyas, libros y alguna película documental como “When we were kings” (Cuando éramos reyes) y siempre me gustó también Mike Tyson. Y estos últimos años otro al que he seguido ha sido al argentino Sergio ‘Maravilla’ Martínez, bueno argentino madrileño porque el chico vive en Madrid. El boxeo es un gran deporte y practicarlo ayuda mucho al cuerpo. Te define el músculo. Es un deporte que tiene mucho que ver con la vida, esquivas, te defiendes, buscas una oportunidad para golpear…y digo todo esto siempre desde un punto de vista noble, sin artimañas. El lado oscuro de la vida y del boxeo lo conocemos todos y es repugnante.
—¿Se ha pegado alguna vez en un ring?
—¡No, nunca!, me gusta su mística, su rito, y su técnica. Voy al gimnasio y practico sombra, comba, y esas cosas, pero no me va la pelea cuerpo a cuerpo.
—El cuerpo lo entrena en el gimnasio ¿pero dónde ejercita la mente?
—Cuidando mi círculo, mi familia y mis amigos. Intentando cada día saber adónde quiero ir y quó camino no debo tomar. Y para eso hay que aprender mucho. Y ser agua, como decía Bruce Lee, el número uno de los números uno.
—¿Le gusta Bruce Lee?
—Ufff! Tengo todas sus películas y me conozco su vida de arriba abajo. Ese tipo refleja todo lo que yo quiero ser, agua y equilibrio. Para mí es un maestro. Y me hacía mucha gracia la relación que tenía con Steve McQuenn y el amor de los dos a los coches. Eran muy amigos y Steve no faltó al funeral de Bruce y fue uno de los que portó el féretro con los restos del maestro karateca. Soy feliz viendo una y otra vez sus películas para no perder la mirada del tigre (ríe). Hace un par de noches volví a ver “Karate a muerte en Bangkok” y no me levanté del sofá ni para ir a beber agua.
—Pues algo parecido a esa mirada tiene usted, no sé si de tigre o tigresa.
—Muchas gracias, pero lo digo en serio. Hay que fijarse en el agua, que fluya y no esté turbia. Practico meditación para explicarme a mí misma y tener el control de mis emociones. Para mí también es muy importante el manejo de la fe, su significado, creer, de verdad, en algo y luchar por ello.
—Pero me refería a su mirada, a la belleza de sus ojos, ¿su padre es escultor?
—Ja, ja, ja… no, verás. Aparte de que tengo una familia muy guapa gran parte de culpa de estos ojos que ves tan bonitos la tiene mi querido oftalmólogo y sabio el doctor Gabriel Simón. Me puse en sus manos porque tenía problemas de visión y el resultado fue extraordinario. Ahora veo mucho mejor y tengo los ojos más bonitos.
—¿Cómo se desplaza por ese singular camino que es su profesión de actriz?
—Con mucho cuidado. Y teniendo claro lo esencial. Es un camino difícil y lleno de trampas que hay que ir salvando como sea. De momento no me defiendo mal, además me siento muy protegida por mi familia. Sobretodo por mi madre, que me cuida mucho y me da sabios consejos.
—¿Quiénes han sido sus maestros?
—Siempre me he fijado mucho en el cine clásico. Mis referentes son Elia Kazan, Susan Hayward, Marilyn Monroe, Marlon Brando…son personajes que me motivan mucho y su cine es el verdadero para mí, es la base de todo.
—¿Y de Santiago Segura qué ha aprendido?
—Santiago es un tipo muy culto y también muy aficionado al cine clásico. Durante el rodaje de Torrente 5 me iba dando cuenta de cosas que él ponía en práctica casi sin llamar la atención. He aprendido mucho superando cada día las dificultades que se me presentaban.
—¿Es Torrente 5 la película que querías hacer?
—Ahora mismo sí, claro. Yo estoy empezando en esto, como quien dice, y con esta película estoy en un escaparate muy importante. Es lo que me interesa, darme a conocer para que me contraten y pueda llegar el día que pueda elegir. Quiero ir poco a poco. Ahora eso lo ha puesto de moda el Cholo Simeone, el entrenador del Atleti de Madrid, partido a partido, dice, ¿no? Pues eso. No hay prisa. Ni siquiera Cristiano Ronaldo empezó su carrera en el Real Madrid.
—¿Cómo contactó con Santiago Segura para conseguir el papel en la película?
—Pues mira, la culpa fue de Dan Aykroid, el de los Blues Brothers. Estábamos en el mismo restaurante en Madrid. Dan estaba firmando un montón de CD´S con Santiago Segura y yo estaba en una esquina pero el tío se fijó en mí y le dijo a Santiago: amigo, ya no quiero firmar más, quiero hablar con Grecia. Y al rato se volvió hacia Santiago y le dijo, apuntándole con el dedo, ¡tienes que darle un papel a esta chica! Y Santiago obedeció.
—¿Cuál es el método de trabajo de Segura?
—Aunque es meticuloso, no se complica la vida. El rodaje fue muy fluido y no tuve que repetir muchas escenas.
—Además de fijarse en sus clásicos ¿quién es su preparador profesional?
—Juan Carlos Corazza, es todo un maestro. Su método se asemeja mucho al de los americanos del Actor’s Studio y me siento muy bien con él.
—¿Cuál es su película favorita?
—’Un tranvía llamado deseo’ porque la interpretación de Marlon Brando me parece poderosísima. Lo tiene todo, dureza, sensibilidad, seducción. Pienso que es una de las películas más completas de la historia del cine.
—Ahora los futbolistas han asumido el papel de estrellas que antes tenían los grandes músicos y gente del espectáculo.
—Las cosas cambian y ellos están ahí, más visibles que nadie, porque son estrellas mundiales y, lo que es más importante, gracias a su talento y a su trabajo. No son famosos por ser familia de este o de aquella. Me caen bien los futbolistas, y los deportistas en general, porque transmiten cosas que están bien. Por ejemplo, soy muy aficionada también al motociclismo y siempre adoré a Valentino Rossi, ¡que tipo tan estupendo! Le ves así tan simpático y tan campeón, pero con un equilibrio envidiable. Ahora tenemos en España a Marc Márquez, tan jovencito y tan fenómeno. Y seguro que ha aprendido mucho de Rossi.
—¿Hacia donde le gustaría que discurriera su carrera de actriz?
—Vivo el dia a dia, ya lo he dicho. Me centro en lo que hago ahora para hacerlo bien y lo que esté al final del camino ya me lo encontraré. Tengo claro que siempre quise ser actriz y así quiero que siga ocurriendo. Pero, sobre todo, lo que me gustaría de verdad es ser una artista. Tener ese talento majestuoso para convertir tu oficio en un arte. Eso es muy grande, sólo al alcance de unos pocos elegidos.
—De momento va a rodar otra película.
—Bueno las cosas que están en fase de proyecto es mejor no comentarlas demasiado. O sea, nada. Así que mejor no hablar mucho de ello. Sólo puedo decir que el director es Manuel Velasco y la producción, internacional. De hecho tengo que rodar en inglés. Y aparte de esa película hay una serie de televisión y el programa especial de Nochevieja que voy a grabar con José Mota.
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