Luciano Alonso (22-6-1953, Palomarejos, Cáceres), consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, aprovechó la presentación de la temporada de nieve de Sierra Nevada en Madrid, una de las joyas de la corona de la comunidad, para realizar una visita a AS. Con muchos datos, proyectos y realidades como la Ley del Deporte de Andalucía bajo el brazo. Una región con ocho provincias y casi nueve millones de habitantes, tantos como Austria o Suiza, debe tener mucho que contar.
Y el responsable andaluz, malagueño de adopción y corazón y malaguista declarado, repasó todos los temas candentes de un sector que, como el resto de actividades en España, no se ha salvado de las estrecheces de la crisis.
Radiografía. Lo primero, una radiografía de la Andalucía deportiva. “El 42,3% de los andaluces practica deporte. Y unos tres millones de personas lo hace tres veces por semana. Es algo que, modestamente, nos enorgullece porque cuando llegué a la Consejería estaba en el 38%. El deporte, pues, es muy importante. Tanto que supone un 3,2% del Producto Interior Bruto de Andalucía, lo que se traduce en más de 8.000 millones de euros al año y la generación de 70.000 empleos directos e indirectos. En diez años, se han construido 14.000 instalaciones deportivas. Partíamos casi de cero”, pone sobre la mesa Alonso, que sabe que cuantificando las cosas se pueden generar argumentos más sólidos para afrontar retos.
Ley del Deporte. Uno de ellos fue la redacción de la Ley del Deporte de Andalucía, que inició el 22 de octubre su trámite parlamentario para ser promulgada pronto. “En esa Ley se consagra algo que no está en ningún otro texto ni Estatuto de Autonomía: el deporte como derecho, el derecho a la práctica deportiva. De esos tres millones que hacen habitualmente deporte, sólo el 22% está federado. Una práctica que no encuentra acomodo en las federaciones, y por eso la Ley da respuesta tanto a la parcela profesional como a esa otra realidad”, cuenta Alonso.
“Para animar a esa gente a que se federe, les facilitamos una tarjeta sanitaria gratuita para que puedan pasar controles médicos en ocho centros de la Junta”, explica. La Ley incide en cuatro puntos: “Protección de la salud, educación en valores, que las actividades sean seguras al dirigirlas profesionales titulados y que esa calidad en la práctica repercuta en la generación de alta competición”.
Madrid es también un buen lugar para dejar patente su malestar con el Consejo Superior de Deportes. “Dos son las guerras: la licencia única y la regulación de monitores y empleados deportivos con la Seguridad Social”.
“Con el sistema anterior, que funcionaba, la licencia deportiva se sacaba en cada federación autonómica. Sólo si se salía a competir fuera pagabas un suplemento a la federación nacional”, apunta José Franciso Pérez Moreno, consejero delegado de Deporte Andaluz. “Ahora todas las licencias son nacionales, quitando posibilidad de financiación a las territoriales. Y eso lo ha hecho el CSD porque en los últimos años les ha reducido en un 70% las subvenciones públicas y es una forma de compensar a las nacionales. Pero es un error y una falta de respeto a las Comunidades Autónomas”, explicita el consejero.
Monitores. “En cuanto a los monitores, si a un chaval le pagan 250 euros y va a tener que dar cien a la Seguridad Social, no le va a quedar ni para desplazarse al club”, ejemplifica.
Pero más allá de los problemas, Luciano Alonso esboza sonrisas con la repercusión del deporte en Andalucía. “La estación de esquí de Sierra Nevada está ahora de dulce. Se han invertido 47 millones de euros en diez años, sólo en mejoras: cañones, pistas, un túnel en el cruce de la pista de competición con la pista Maribel que hace compatible las dos actividades (este año se celebra la Universiada de Invierno)... Al ser público, todo se reinvierte. Y se calculan unos 411 millones de retorno económico para Granada por temporada, y 8.500 empleos”, celebra.
También el golf —la Costa del Sol asegura 300 días buenos al año— es un motor importante de la economía. “Es el deporte que más rendimiento turístico aporta, unos 500 millones por año. Es público que genera muchas pernoctaciones y se mueve por campos próximos”, cuantifica el político del PSOE.
“Ahora toca austeridad”, explica Luciano Alonso, que impulsó iniciativas como el equipo ciclista Andalucía o el patrocinio de clubes de fútbol, como el Sevilla: “Una inversión ridícula, unos 200.000 euros, en relación al enorme retorno que aportó una temporada entera”.
Un retorno que, sin embargo, no ve por ningún lado Alonso en la Copa Davis. Lo que le ha generado roces. “Marbella pagó 500.000 euros de canon (en 2009, para unos cuartos contra Alemania) y no había ni una sola referencia a Andalucía en la Plaza de Toros. Le dije a José Luis Escañuela (presidente de la RFET) que yo así no colaboraba. Que hay que justificar para qué se emplea el dinero público”, recuerda el consejero. El contrato con la Federación Internacional de Tenis impide que luzcan patrocinadores locales, e impone condiciones leoninas como hasta la marca de coches que debe recoger a los invitados. “Un convenio humillante. Luego vino la semifinal de Córdoba y la final de Sevilla (2010, ambas con alcaldes del PP) y me abrieron la guerra. Yo estaba dispuesto a invertir... pero en canchas de tenis”.
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