El Bilbao Basket ha reducido este verano su deuda de 5,6 millones de euros a 3,6 gracias a las quitas acordadas con sus acreedores, sobre todo jugadores, según han anunciado el presidente del club, Xabier Jon Davalillo y su responsable económico, Carlos del Campo, que han comparecido ante una comisión del Ayuntamiento de Bilbao, a petición de los grupos políticos, para explicar la situación financiera del club, del que se hicieron cargo en mayo tras la salida del anterior máximo accionista, Gorka Arrinda. Se espera tener las cuentas a cero en tres años.
Arrinda dejó un ‘agujero’ próximo a los seis millones. Cada temporada el club ingresaba 3,5 millones y gastaba 5,5. La rebaja de deuda de dos kilos se remite a 1,137 millones correspondiente a jugadores, más otros 300.000 de agentes. Sportgestión, la agencia que encabeza Arrinda y su socio Jose Cobelo, no se ha librado de los recortes. Había otros 342.000 euros de una multitud de pequeños acreedores: el club tenía 151 personas y entidades a las que debía dinero, cantidades por debajo de diez mil euros, con los que también se ha negociado una reducción.
Además, han pactado un plan de pagos de cantidades debidas a Hacienda y Seguridad Social. Falta por rescindir los contratos de Germán Gabriel y Grimau, con los que el club espera pactar en las próximas 48 horas para su marcha. Hay casos de deudas antiguas y judicializadas, como los jugadores Adrian Moermann y Jackie Carmichael, con los que club sigue negociando. El plan de viabilidad presentado ante el CSD y la ACB, aunque ésta lo rechazó, contempla una rebaja en el coste de la plantilla, de 2,7 millones a 1,9 esta próxima temporada. Bertans, Hervelle, Raúl López y Mumbrú, que tienen los contratos más altos, se rebajarán el sueldo (en el caso de los veteranos, una vez más), en un un diez por ciento. Con las salidas de Gabriel y Grimau y la llegada de jugadores más baratos, el coste de la plantilla será de 1,9 millones. Todavía será menor el año que viene, cuando vencerán los contratos de todos los jugadores actuales menos Mumbrú.
El segundo punto de ahorro serán los gastos generales, que eran de 1,7 millones y descenderán a 700.000. Davalillo y Del Campo han explicado que había gastos "generosos" que no se entendían, como pisos de tres mil euros de alquiler para jugadores. “Los gastos generales eran bestiales, con una gestión más austera se puede lograr bajar de una manera importante”, señaló del Campo. También se va a reducir el coste de la plantilla del club, que tiene un número de trabajadores "difícil de sostener", que corresponde a las épocas de bonanza. Han adelantado que intentarán hacerlo mediante reducciones de salarios y jornada y manteniendo el mayor número posible de puestos de trabajo.
El tercer punto es aumentar los ingresos de patrocinadores, de 950.000 a 2,1 millones. Según sus gestores, ya tienen firmados contratos de patrocinio por 1,9 millones, y el resto los tienen pendientes de firmar. Se trata de varios pequeños patrocinadores y uno un poco más grande, Wisekey. Con todo ello se conseguirían unos ingresos de 4,2 millones, unos gastos de 3,7 y dedicar el superávit de medio millón a pagar deuda. Hay prevista otra vía de ingresos: la venta de parte -quizás la mitad de las 16.000 acciones entre la masa social y una pequeña ampliación de capital. Los gestores quieren vender las acciones a 60 euros cada una y que se atomice el capital, de manera que no haya nadie que consiga reunir el 15 o el 20 % y controle el club.
Si se consigue la venta de acciones y la ampliación de capital, el club calcula que podría amortizar esta próxima temporada 1,2 millones de deuda. En la temporada 2015-16, al quitarse más contratos altos, el club espera un superávit de 844.000 euros, que unido a la venta de un segundo paquete de acciones le permitiría cumplir los plazos de amortización de deuda. "El club es viable", han defendido.
“Damos las gracias a mucha gente que ha estado de nuestro lado y al CSD por haber creído en nosotros en su momento”, señaló Davalillo en la rueda de prensa de Miribilla para presentar a Quino Colom como primer fichaje del Bilbao. Y también a Óscar Lata, que llevará la preparación del equipo en ausencia de Sito Alonso, que trabaja con la Selección. “Antes de que pasara todo lo del verano hablé con el club y me gustó la oferta, luego hubo que esperar. Quiero sentir el efecto Miribilla como local”, señaló el nuevo base. “Nos gustaría tener cerrada la plantilla cuanto antes”, prosiguió el técnico coruñés, quien aludió a su jefe: “Sito por el día es de la Federación Española y por la noche del Bilbao Basket”. Todorovic ya está por Bilbao y sólo resta por llegar un par de fichajes
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