El Atlético no renuncia a nada

El partido que podría haber descartado al Atlético para la Liga sirvió para lo contrario: para relanzarle y represtigiarle. Porque no sólo ganó, sino que hizo un partidazo, atrás, en el centro y en el ataque, coronado con una goleada merecidísima. Dentro de los muchos grandes recuerdos que en su día quedarán del cholismo, este será muy especial. Porque a las virtudes de siempre, todo eso de la concentración, la intensidad y demás, sumó fútbol del bueno. Técnico, inteligente, bello. Incluso preciosista a ratos. Ya se venía observando esta tendencia en el Atlético. Hoy se completó.

El resumen fue un resultado histórico, celebrado con jolgorio en el Manzanares. Por contra, el Madrid lo encajará mal. Una cosa es lo bien que jugara el Atlético, que así fue, pero enfrente estaban las facilidades del Madrid, desde la insistencia casi supersticiosa en la BBC hasta los retoques que Ancelotti hizo sobre la marcha, que no mejoraron al equipo. El Madrid arrancó mal el año, ha ido saliendo a trancas y barrancas, pero lo de hoy fue demoledor. Se notaron las ausencias, pero se notaron igual de negativamente las presencias. Nadie estuvo a la altura de las circunstancias.

Conclusión: el Atlético no renuncia a nada y tiene la apariencia de ir a más. No cede un milímetro ni en intensidad ni en atención, pero se ha puesto a jugar bien. Arda y Griezmann empiezan a definir el juego del equipo más que los duros de la compañía. Ya no llega el peligro en sólo o preferiblemente en saques a balón parado. No. El Atlético no ganó así hoy. Ganó llegando en combinaciones precisas, bien finalizadas. Y consiguió un resultado espectacular, que pone a Ancelotti a pensar. El Madrid es muy bueno. Pero no lo sobra tanto como cree. No tanto como para permitirse según qué lujos o errores ante el Atlético.

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