El estadio Municipal de Butarque cumple este sábado 17 años. Fue el 14 de febrero de 1998 cuando el saque de honor de un pequeño y rubio canterano pepinero inauguraba el estadio con el que se jubiló al viejo Luis Rodríguez de Miguel. Hoy aquel niño, el niño de Butarque, ha hecho realidad sus sueños hasta formar parte del proyecto que ha devuelto al Leganés a la Segunda División. Su nombre es Samuel García y con 23 años en su DNI alardea de ser uno de los preparadores físicos del club de su infancia.
Samu ‘Calderas’, como le conocen gracias al apodo que recibe de su familia paterna, cumple con ésta su segunda temporada como asistente de Miguel Pérez, el preparador físico jefe del Leganés. Aún hoy se pregunta cómo el destino le ha llevado de aquella instantánea pateando un balón que abultaba más que él, al banquillo blanquiazul. “No sé si es cosa de la suerte o del destino”, se pregunta. “Quizá el Leganés necesitaba que yo estuviera en el equipo para romper una década de sequía y ascender”, bromea.
“Hice el saque de honor porque mi padre cuidaba el antiguo Luis Rodríguez de Miguel. Ya entonces trabajaba en el ayuntamiento y supongo que por eso me escogieron”, explica. “No recuerdo mucho de aquel día, sólo que había una mascota con forma de cinematógrafo que me llevó al centro del campo y de que estaba Ruíz-Gallardón. Luego por la noche me llevaron a los estudios de Onda Cero para hacerme una entrevista. Estaba en una nube”, comenta.
La carrera de Samu ha sido fulgurante. Aterrizó en el cuerpo técnico la temporada pasada para completar sus prácticas de INEF y casi sin querer, se encontró con el retorno a la categoría de plata y un contrato para seguir vinculado al club, esta vez en categoría profesional. “Cuando era un crío, yo lo que quería era jugar en el primer equipo. Lo intenté de todas las maneras posibles y al final conseguí formar parte del grupo de un modo inesperado”, afirma.
No son muchos los futbolistas del Leganés que saben que el hombre que cuida de sus piernas y pulmones dio el pistoletazo de salida al estadio de Butarque. “La gente del cuerpo técnico sí que lo sabe. Garitano me culpa del mal estado del césped porque dice que no hice bien el saque de honor”, comenta entre risas.
Para Samu, el hecho de que esta efeméride se celebre en San Valentín no es una casualidad. “Hay veces que veo más a Butarque que a mi chica. Es mi segundo amor incluso por delante del Atleti”, revela este también rojiblanco empedernido.
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