La Sampdoria saltó ayer al terreno de juego del Olímpico de Roma para enfrentarse al Lazio (perdió 3-0) con una idea completamente innovadora. Sacó de centro con todos sus jugadores dispuestos en perfecta línea recta, ocupando todo el ancho del terreno de juego y con la apariencia de que todos sus futbolistas irían al ataque.
Era evidente que la formación sólo duraría una jugada, pero sorprendió a propios y extraños: tras el saque, retrasaron el balón a la izquierda con la intención de colgar el balón arriba para que uno de sus jugadores aguantase la pelota de cabeza y se la dejase de cara a uno de sus delanteros. La Sampdoria acabó perdiendo el balón, por lo que la táctica no obtuvo un buen resultado y los futbolistas volvieron a sus posiciones habituales.
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