Igualdad. El partido de los 30 millones, donde tanto había en juego, al final, no decidió nada. El Atlético perdió una gran ocasión de dar un golpe encima de la mesa y no sólo dejar atrás al Valencia sino también de intentar pelear por la Liga. El equipo del Cholo perdonó y ante rivales como el Valencia eso al final lo acusas. Del posible 2-0 se pasó al 1-1 y con este resultado las espadas siguen en los más alto en ese duelo por la tercera plaza liguera. El Atlético ya se ha enfrentado a conjuntos potentes de la Liga y el calendario puede jugar a su favor. Tiene perdido el goal-average con el Valencia, circunstancia que también puede ser importante.
El punto. El punto sabe a poco por cuanto el Atlético tuvo los tres en la mano. El punto hace que el equipo de Simeone siga por delante del Valencia en esa lucha por la Champions, pero supone que los rojiblancos digan casi adiós a las opciones que tenían de luchar por el título. Ante el Sevilla y el Valencia, el Atlético ha empatado ofreciendo la versión de siempre, la de ser un equipo serio y competitivo. Pero eso no ha servido para ganar. El equipo necesita algo más de frescura y de chispa para dominar a conjuntos que también saben a lo que juegan y que tienen futbolistas de calidad.
Ambientazo. Pese a la hora, hubo lleno en el Vicente Calderón, como no podía ser de otra manera. Un Atlético-Valencia lo merece. El ambiente fue el de las grandes ocasiones, aunque a la afición rojiblanca le costó entrar en el partido. Pero fue empezar a animar a su equipo y no parar ya. Unos 400 hinchas del Valencia ocuparon el segundo anfiteatro del fondo norte y también apoyaron a los suyos. Y no hubo incidentes a destacar. El Calderón ha recuperado la normalidad y la gente acude al estadio con ganas de fiesta y de pasárselo bien, sin malos rollos ni historias que no tienen nada que ver con el fútbol. Esa es la línea a seguir. El empate del Valencia dejó, eso sí, a la hinchada local tocada porque todos tenían la ilusión de volver a sentirse de nuevo protagonistas en la Liga.
Ensayo. El partido también puede ser una especie de ensayo general para lo que será el partido de Champions del próximo día 17 ante el Leverkusen alemán. Habrá llenazo de nuevo y la afición se volcará con el equipo desde el principio. El Atleti-Valencia de ayer no fue un partidazo, aunque el equipo del Cholo lo supo jugar como lo que era, una final. Y así deberá afrontar el de la Liga de Campeones, donde se vivirá la misma tensión que ayer. Lo que el Atleti no podrá permitirse entonces será encajar un gol como hizo ante el Valencia, cuando tenía todo a su favor para llevarse el partido.
El cambio. Torres fue titular y se dejó la piel en el campo. Y transcurrida la hora de partido fue cambiado por Mandzukic, al que el Cholo volvió a dejar en el banquillo. La afición aplaudió a rabiar al Niño e hizo lo mismo cuando entró el croata. Hubo cánticos para los dos, una muestra más de que la afición está con el equipo. Se está disputando la parte crucial de la temporada y el Atlético no puede perderse en guerras internas. Quedan tres meses y este Atlético tiene potencial para dar guerra. Mucho potencial de medio campo hacia arriba. El equipo ha tenido una victoria en los últimos cinco partidos oficiales. Pobre bagaje para un equipo acostumbrado a ganar. Habrá que sufrir en la Liga y remontar ante el Leverkusen. El equipo no puede venirse abajo ahora.
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