Fantasmas en Nervión

La empresa debería ser de lo más asequible. El Sevilla, campeón en la gloriosa noche de Turín, estará en dieciseisavos de final si gana o empata de local con el Rijeka, equipo 129 de Europa según el ranking UEFA. Y sin embargo, hay fantasmas en Nervión. Los primeros, por el pasado. Aunque el Rijeka es un rival de menor entidad, el Sevilla tiene negros precedentes en la última década. Tristes noches europeas ante Fenerbahce, CSKA, Sporting de Braga o Hannover en eliminatorias que se advertían encarriladas o asequibles y que acabaron en caos. Otro episodio que preocupa es el de la temporada 2007-08. Entonces, en plena defensa de su segundo título, también cayó a las primeras de cambio en la fase de grupos. Fue en Marassi ante la Sampdoria. Y hasta hay quien se ha acordado del episodio del Racing la temporada pasada en Copa…

El segundo fantasma se llama Andrej Kramaric, una de las sensaciones de la competición. Además de sus 21 goles en 18 partidos de la liga croata, fue autor de un hat-trick ante el Feyenoord. Kramaric es la gran amenaza de un partido en el que Emery tiene un plan anti-murmullo, salir a todo trapo como la temporada pasada ante Oporto y Valencia, abrir pronto el marcador y evitar el runrún de la gente que altera el nervio del jugador. Para la tarea, cuenta con Reyes, que ha tenido un papel protagonista en Europa y fue reservado media hora en Vallecas.

Once de gala. Si llega Krychowiak (lo tiene difícil), no habrá muchos cambios más. Toca once de oro, entre ellos muchos de los campeones de Turín que no quieren caerse tan rápido de la competición que más gloria ha dado al club en su historia. En la banda izquierda había un agujero, pero parece que Tremoulinas puede reaparecer.

Se diría que el Sevilla se ganó llegar a esta situación pre-límite. Inseguro fuera, sólo empató en Lieja y Rijeka (con un gol sobre la hora que ahora se advierte importante de Mbia). La derrota en Rotterdam le deja en situación apurada. El Rijeka, aparte de Kramaric, llega con la emoción de poder hacer historia. Y ya sabemos lo apasionados que son los croatas para esto. Kramaric, que sabe cuánto pesó aquí la figura de Suker, también quiere dejar nombre en Nervión. El suyo, sin duda, sería de mal recuerdo como los de Honda, Volkan Demirel…

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