Varane tiene el mérito de jugar sólo de vez en cuando y, sin embargo, parecer titular de toda la vida. Con Ramos instalado por derecho propio en la categoría de intocable, el francés acecha el puesto de Pepe en el once cada vez que Ancelotti le da una oportunidad. En cualquier otro equipo del mundo el chico sería indiscutible, pero como tiene la cabeza suficientemente amueblada es paciente porque entiende que está en el mejor sitio y su gran momento está al llegar.
Una vez superada la mala recuperación de rodilla, el galo está demostrando que Zidane tuvo el tino de apadrinar a un defensa para una década. Físicamente va sobrado, es elástico, se coloca como un veterano y le da una salida más que decente a la pelota. No hay ningún otro central joven en el mundo con sus cualidades. Su suplencia forma parte de un aprendizaje que está a punto de terminar porque, por una cuestión de lógica, hablamos del mejor defensa central del mundo para los próximos diez años.
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