El Levante ha ganado sólo un partido de trece como visitante. Ocurrió a finales de septiembre, en Granada. Y suma apenas nueve goles lejos de casa. El calendario se la pone botando al Madrid para que se recomponga. O no... Porque también el Schalke olía a goleada cómoda y el partido se convirtió en un infierno para Ancelotti y los suyos. El aviso de los alemanes obliga al Madrid a jugar con tensión, como si de un examen de graduación se tratara. Y en esta graduación sigue pendiente de aprobar Lucas Silva, llamado a ser protagonista.
Está previsto que el brasileño juegue por Kroos, en el puesto que lo hacía en el Cruzeiro. Es su sitio, con campo a los lados, apoyos de Isco y Modric, salida, posibilidad de pase corto y pase largo. Lucas Silva lo tendrá todo a favor para firmar una gran noche, ante un rival que aparenta fragilidad. Y no debería desperdiciar la oportunidad de lucirse, porque se le agota el crédito ante un Bernabéu que está para muy pocas contemplaciones. La atmósfera tensa no beneficiará a Lucas Silva en este proceso de adaptación exprés. Pero no le queda otra alternativa que darlo todo, emerger con fuerza y mejorar su nota en este examen.
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