Nani Roma volvía a la Redacción de AS. El año pasado, por estas fechas, lo hizo como campeón del Dakar, pero ahora lo hace tras una edición que se le truncó en el kilómetro 3. Por una avería. Un mazazo. "Mi coche era el que había hecho más kilómetros en los test, en el shakedown, y es el primero que tuvo el problema. Y cuando chequearon el resto, el problema lo tenían todos. Se trataba de la bomba de aceite, que se rompió. Por suerte no nos quedamos todos parados en la primera especial. También aprendes cuando todo sale mal", comenta Nani, que, pese a que siguió adelante, no pudo finalizar una carrera que ya arrancó torcida.
No pudo cumplir ese reto, el de acabar aunque ya no pudiera luchar por la victoria, debido a un espectacular accidente en el que su Mini ALL4 Racing dio tres vueltas de campana. "Nos quedamos temblando. Todo se dio mal, porque en ese caso veníamos de ganar la etapa anterior y nos dimos un tortazo del quince porque en el roadbook no habían señalizado un socavón tremendo. Nos miramos Michel (Périn) y yo, él se puso a correr y pudo frenar a Nasser (Al-Attiyah), que llegaba disparado. Si no lo hace, aún está dando vueltas de campana", reconoce el piloto de Folgueroles, que tiene contrato con el equipo X-Raid pero que pronto tratará de planificar su temporada 2015.
Pero lo que ya tiene marcado en rojo es el Dakar 2016, en el que podría haber cambios. "El Dakar tiene que cambiar mucho. Ahora se ha ido David Castera, el director deportivo, y eso se notaba durante la carrera. Se sentía que ya no era lo mismo. Se terminaba un ciclo y ahora debe empezar otro, espero que con muchos alicientes". Respecto al eterno dilema entre los 4x4 y los buggys, Nani no tiene dudas: "Yo no creo que en los buggys, creo que las marcas debieran tirar para el 4x4, darnos 50 milímetros más de recorrido en suspensiones. Pero bueno, yo no decido".
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