Una Copa a tiempo. El Madrid llegará la próxima semana a Gran Canaria, a la Copa del Rey, en su mejor momento de la temporada, con el bloque y sus piezas funcionando a pleno pulmón. Como muestra, el botón de este domingo en la Fonteta, en un escenario hostil: público peleón y pista donde llevaba más derrotas que triunfos (ahora ya no: 14-14). La calidad del Valencia tampoco se discute, aunque no termine de encontrarse. Carles Duran fue ambicioso en el planteamiento. Aceptó un partido de ritmo alto y ofensivo, muy físico en la lucha cuerpo a cuerpo, y aguantó hasta el descanso.
Entonces, apareció de nuevo el Real de los terceros cuartos. Como ante el Barça y el Zalgiris, por ejemplo. Como en los buenos tiempos de la campaña pasada. Aunque más que el cuándo importa el cómo: con defensa. De nuevo a un nivel muy alto atrás en el momento justo de romper el choque. Y con muchas piezas participando del engranaje, casi todas. Vimos otra vez al Carroll del Granca, al de su primera temporada y media en el Madrid. Rápido de piernas para encarar el aro. Preciso. Y cumpliendo además en defensa. Junto a él, un Nocioni al alza. Muy metido y eficaz. Con desborde en la penetración. Potente en el salto, intenso. Igual que Bourousis, que se hartó de poner buenos bloqueos y de realizar continuaciones. El oso sabio se despereza tras el frío invernal. Más activo. En esa línea ascendente se han metido Ayón y Rivers. Menos visibles, pero buen contrapunto en la labor de equipo..
El Madrid diluyó la esperanza local, esa que mantenían Nedovic y Lucic con acierto y tesón. Gran partido, que se rompió con un 0-8 de parcial (del 52-51 al 52-63) liderado por un Reyes pletórico. Es difícil creerlo, pero a sus 35 años juega el mejor baloncesto de ataque de su carrera. Terminó con 23 puntos y 28 de valoración (sólo erró un tiro de dos y un tiro libre: 7 de 8 y 9 de 10). Todos sus defensores, desde Harangody pasando por Lucic, terminaron con jaqueca. Alimentándole, Sergio Rodríguez (11 asistencias) y Llull. En buena forma ambos.
Los de Laso sacaron de rueda al Valencia con su defensa, pero ganaron metiendo 99 puntos. Pudieron ser 101 si Sergio llega a aprovechar el último ataque. Pero aun así es su mejor registro anotador desde el pasado 4 de diciembre (101 tanto al Nizhy en la Euroliga), el más alto en dos meses y medio. Y con Rudy defendiendo y trabajando como siempre (estaba en pista en el break), pero en día aciago en ataque (0 de 4 en tiros de campo y -4 de valoración). El Madrid llama con fuerza a la puerta de la Copa. El Valencia, en cambio, aspira a colarse por la gatera, ya con Van Rossom recuperado (jugó tres segundos). Le espera el Barça, puerta grande y conocida, pero que ya ha derribado antes.
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